Hace miles de años, en Grecia vivía Teseo, un héroe ateniense que se casó con Atenea.
Atenea tuvo un hijo llamado Deseguy. Era tan feo el pobre que además de todo lo feo tenía mucho, pero mucho pelo, debido a que poseía la mitad superior de su torso con forma de humano y la mitad inferior con forma de lobo. Lo que sí tenía era una bondad inmensa.
Sus padres lo escondían de la gente, no le permitían siquiera salir fuera de su palacio, es por eso que Deseguy se sentía muy triste.
Un día como todos los transcurridos en la vida de este hombre lobo apareció Cupido con sus simpáticas alitas y le dijo que estuviera tranquilo, que no se angustiara y que dentro de poco tiempo el toc toc del amor llamaría a su puerta. Entonces éste preguntó que cómo alguien podría fijarse en él con lo feito que era. Pero el más bello de los dioses dijo: -Por dentro tienes una inmensa belleza, sólo debes esperar.
Así Deseguy se quedó no muy convencido, sin embargo esperaba el momento con ansiedad.
Al fin el día llegó. Una hermosa mujer tocó a su puerta y preguntó por él. Atenea la hizo pasar a la recámara de su hijo. La bella mujer era Venus, la diosa del amor y la belleza. Le dijo al hombre mitad lobo que durante tres años había estado buscándolo y al fin había logrado encontrarlo. Ella quería casarse con él, eso sí, si él también lo deseaba… ¿Lo desearía Deseguy? ¿Qué creen ustedes?...
Deseguy con alegría dijo:-…¡¡¡Sí!!!- y así se casaron y se marcharon a vivir lejos de allí. Fueron muy felices y sin importarles las apariencias externas, sólo hicieron lo que sentían. Todos deberíamos ser como ellos, seguir constantemente el llamado del corazón.
Pamela García.
Atenea tuvo un hijo llamado Deseguy. Era tan feo el pobre que además de todo lo feo tenía mucho, pero mucho pelo, debido a que poseía la mitad superior de su torso con forma de humano y la mitad inferior con forma de lobo. Lo que sí tenía era una bondad inmensa.
Sus padres lo escondían de la gente, no le permitían siquiera salir fuera de su palacio, es por eso que Deseguy se sentía muy triste.
Un día como todos los transcurridos en la vida de este hombre lobo apareció Cupido con sus simpáticas alitas y le dijo que estuviera tranquilo, que no se angustiara y que dentro de poco tiempo el toc toc del amor llamaría a su puerta. Entonces éste preguntó que cómo alguien podría fijarse en él con lo feito que era. Pero el más bello de los dioses dijo: -Por dentro tienes una inmensa belleza, sólo debes esperar.
Así Deseguy se quedó no muy convencido, sin embargo esperaba el momento con ansiedad.
Al fin el día llegó. Una hermosa mujer tocó a su puerta y preguntó por él. Atenea la hizo pasar a la recámara de su hijo. La bella mujer era Venus, la diosa del amor y la belleza. Le dijo al hombre mitad lobo que durante tres años había estado buscándolo y al fin había logrado encontrarlo. Ella quería casarse con él, eso sí, si él también lo deseaba… ¿Lo desearía Deseguy? ¿Qué creen ustedes?...
Deseguy con alegría dijo:-…¡¡¡Sí!!!- y así se casaron y se marcharon a vivir lejos de allí. Fueron muy felices y sin importarles las apariencias externas, sólo hicieron lo que sentían. Todos deberíamos ser como ellos, seguir constantemente el llamado del corazón.
Pamela García.
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